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miércoles, 12 de abril de 2017

¡Veremos quién gana! Dependencia, codependencia y locura









"I used to love her, but I had to kill her
I had to put her, six feet under, and I can still hear her complain..."




PREVIO


La pareja bordeline muestra incompatibiliad de núcleos psicóticos, esto quiere decir que permanentemente se aman y se odian, se celan y se liberan, se asfixian pero antes de morir disfrutan bocanadas de aire fresco para volver a someterse y llevarse más profundo aún. Viven una batalla constante e interminable, en la que sólo se trata de ver quién vuelve loco a quién, al ganarse pierde y al perderse gana. La pareja borderline se separa o se aniquila. 

El esfuerzo de volver loco a otra persona, estudio trascendental de Searlsmotiva en buena medida el presente ensayo. En esta primera entrega me concentraré en describir a la pareja bordeline. Partamos considerando que toda relación interpersonal es dinámica, contingente, mutable, temporal y generadora de conductas, por otro lado, asumiendo que, todos albergamos locura en nuestro interior, en gran medida, la aspiración de una pareja "funcional" es ser compatible en esa locura. 

En las parejas borderline ambos integrantes están locos y la vivencia interna de la locura les es tan insoportable que la proyectan fuera de sí, sobre el Otro. Esta locura es incompatible y asociada a la propia se torna aún mas insoportable.  Buscan la sumisión sin reservas del Otro como una forma de acallar su propia locura.  Trasmutan, permanentemente, el amor en odio en milésimas de segundo (amordio). Se idealizan y se devalúan. Se colman de cuidados gentiles y se violentan a la mínima provocación.  No soportan la cercanía y se desestructuran, albergando un profundo sentimiento de vacío, cuando están separados. El Otro "los complementa", sin embargo su pulsión primaria es defenderse pues lo viven con intensiones oscuras y amenazantes. Se confían sus emociones en la intimidad y en la batalla, esas confesiones, son empleadas para herirse profundamente. La comunicación es contradictoria y violenta. No aprenden de su experiencia. Los celos, la envidia y la desconfianza son emociones cardinales en su vivencia intersubjetiva. Regularmente se trata de sujetos que han vivido mucho tiempo juntos y al separarse, el dependiente mejora y el codependiente estalla en mil pedazos. Ambos se viven como una constante fuente de angustia e inestabilidad, por lo que no pierden ocasión para herirse, e incluso aniquilarse, de forma pasiva o activa.  Al respecto, en el ejercicio de la agresividad/violencia existen dos mecanismo predominantes: inducida e intercomunicante. En la inducida, generalmente existe un miembro pasivo por otro que domina, y en la intercomunicante, se manifiesta con alternancias. El defecto preestructural es tan serio, que el depósito masivo de elementos beta se efectúa con tal violencia, que la descarga psicótica, potencializa la tensión suicida u homicida. 

Es decir, el mecanismo interpersonal "quién vuelve loco a quién", predominante en la pareja borderline, consiste en el uso constante de ciertas actitudes, fantasías conscientes y funciones defensivas, preestructurales, de tipo proyectivo, mediante las cuales alguien intenta protegerse de la locura, depresión o angustia, usando a otra persona hasta enloquecerla, deprimirla o angustiarla. La diada puede ser madre-hijo, la pareja o paciente-terapeuta, aunque con alternativas pendulares. Laing, nombró a ello, defensas transpersonales, es decir, el Yo controlando la vida interior del Otro con el fin de preservar su mundo interno. Es un mecanismo por medio del cual se utiliza a la pareja, u otro miembro del grupo familiar, para perpetuar un des-conocimiento y ese alguien sufriendo mecánicamente, el goce de otro

Este tipo de fenómenos interpersonales se sustentan en evidencia patológicas que he observado durante mi práctica clínica frecuentemente en pacientes psicóticos, sociópatas, limitrofes, con narcisopatías severas, grupos religiosos, parejas o familias de pacientes adictos o con trastornos alimenticios, donde se observa nítidamente que la conflictiva viene de lo pre-estructural, es decir, son sujetos que no llegaron a la represión, requisito indispensable para la formación de estructuras psíquicas; esta represión es frágil y se rompe en periodos críticos emergiendo lo que Bion cataloga como la parte psicótica de la personalidad. Todo ello predispone a que operen defensas de nivel primitivo: disociación, proyección, extroyección, negación, supresión, de los afectos, etcétera, que determinarán los mecanismos defensivos interpersonales. Esto originan acting negativo, que es pre-estructural, tanático, auto y heterodestructivo, pregenital, endogámico y regresivo en prejuicio del paciente (codependiente); también resistencial, muestran un sentido de convicción en la permanencia dentro de la relación, una extraña consistencia, continuidad y paciencia únicas, además, que al sistematizar promueven elaboraciones, cosa nada fácil pues usualmente el aparato de pensar y sentir del terapeuta se contraidentifica y enloquece respondiendo con enojo , confusión, accidentes terapéuticos, etc.

Continuara...  

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