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jueves, 29 de diciembre de 2011

Divorcio. Parte 8. Las pequeñas cosas que siempre pude haber hecho.




MAYBE I DIDNT TREAT YOU
QUITE AS GOOD AS I SHOULD HAVE
MAYBE I DIDNT LOVE YOU
QUITE AS OFTEN AS I COULD HAVE
LITTLE THINGS I SHOULD HAVE SAID AND DONE 
I JUST NEVER TOOK THE TIME…

En los últimos cuatro textos [1] [2] [3] [4] evaluamos las distintas variables que fragmentan la función sintética en la pareja. La comunicación se escinde, el vínculo se debilita y se incurre en estilos relacionales perversos:

· Dependientes – codependientes.
· Sádico – sádicos.
· Reto – desafío.

La función unitaria se disuelve y este tipo de parejas se separan o se destruyen. A raíz de las conclusiones parciales que he puesto a discusión, he recibido varios correos que coinciden en la voz:

“Nos estamos separando y no éramos conscientes de que nuestra pareja es algo muy valioso”

El siguiente texto no pretende dar una cura para sanar una dinámica que merece ser evaluada a
fondo, sin embargo, plantearé una hipótesis que trataré de resolver y con ello concluiré, por lo que resta del año, el análisis de los resultados de la encuesta que dará para muchas más interpretaciones.

Pensemos:

“¿Será que el estilo de vida y la velocidad con que se busca generar los satisfactores orillan a la pareja a vivir su propia vida?”

"¿Qué es más importante ganar dinero o dedicarse a la pareja?"

Las personas a las que les he realizado esta pregunta vacilan al responder. Es frecuente observar que cada miembro de la pareja invierte su tiempo y su energía desarrollando proyectos personales que van en sentido contrario. La necesidad imperiosa de alcanzar un nivel de vida rápidamente, brillar profesionalmente y obtener reconocimiento de terceros, condiciona a la pareja a despertarse de madrugada, desayunar una taza de café, tomar acuerdos o discutir a contrarreloj del tráfico y regresar entrada la noche por la sobrecarga de trabajo o para evitar al extraño(a) que duerme junto.

Cuando esta rutina asfixiante se agudiza, la pareja compite entre sí para determinar quién contribuye económicamente más al patrimonio con el objeto de descargarse responsabilidades cotidianas. Rápidamente se acumula fatiga, fastidio y con la frustración a cuestas, muchas veces sólo se trata de encender el televisor, cumplir compromisos sociales unilaterales estrictamente inevitables, dormir y olvidarse. Tratar de expresar frustración es contraproducente.

La justificación para sostener esta bomba de tiempo es la falsa suposición de que la pareja comprende, que este sacrificio es temporal, y con ello ambos se demuestran que tienen la capacidad de compromiso. Al final, rodeados de todos los satisfactores necesarios, serán por siempre y siempre felices. Esta silogismo es una ridícula falacia, pues los bienes materiales, con el ritmo de vida que lleva la pareja, terminan haciendo felices al servicio doméstico, al chofer y al perro. Esta es una de las trampas más frecuentes y peligrosas, pues tras la ruptura, lo material pierde al sentido afectivo y sirve como proyectil de ataque[5] Tras la separación que antecede a la ruptura, desolado, el ser humano, siempre pondera más su mundo interno, la capacidad de goce e intimidad, que las fantasías materiales que consideró lo harían feliz.

En este sentido, Oscar Wilde escribió: “Existen dos grandes tragedias en la vida. La primera es jamás alcanzar tus metas. La segunda es alcanzarlas rápidamente” al agotarse el objetivo, la pareja se da cuenta que lo que fantaseaba vivir, sentir y gozar es un espejismo propio de un cuento de hadas. Entonces se plantean metas aún más codiciosas que los enferman y enfrentan en el camino. Uno de los dos declina o no puede seguir el paso. En este punto se acumula tanta frustración que uno de los dos se hace consciente de la falta de sentido - ¿Qué me ofrece la vida aparte de medio comer, medio dormir, trabajar, acumular y procrear? - Tras esta conciencia se altera la vivencia relacional primaria.

Jung a través de su obra resaltó que los bienes, el dinero, la posición o el poder no generan un sentido personal y por lo tanto un ser vacío de sentido solo puede compartir vacío a su pareja. Establece Fromm que esta ausencia de sentido en la pareja, se observa al desvanecerse la espontaneidad, las expresiones de amor, cuidado, respeto, confianza y responsabilidad.

Concluyamos: Al sintetizar las fallas en las funciones sintéticas articulemos algunas estrategias prácticas que no remplazan una evaluación a fondo:

a) Poner límites en el trabajo y a los compromisos sociales, el pasar tiempo en pareja es oxígeno.

b) Pasar tiempo en pareja no implica conversar de trabajo, de “chismes” de terceros, sino generar un espacio intimo en el cual no entre nadie, cuya función sea (re)conocerte(me).

c) Jamás emplear lo que se comparte en la intimidad como arma en medio de una discusión, esto genera agresividad simétrica y lesiona gravemente la confianza.

d) Delimitar y cumplir las funciones cotidianas, siendo flexibles y respetuosos con los espacios de funcionamiento individual de la pareja.

e) Tomar en cuenta a la pareja en decisiones trascendentes , negociar y llegar a acuerdos juntos, siempre presupuestando el tiempo de pareja como la piedra angular.

f) Ponderar los afectos de la pareja, no es responsabilidad suplir carencias, pero la escucha y el acompañamiento es fundamental.

Agradezco la confianza, la gran respuesta y participación en este tema.


“El corazón está donde se encuentra la familia y vos estás donde pertenece tu corazón”
Dedicado a A1B1. Adiós



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