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miércoles, 10 de febrero de 2010

Ella, él, papá y mamita.



Micromachismo utilatarios

Camila es una mujer joven que proviene de una familia integrada pero disfuncional - El padre siempre fue un buen proveedor “les dio todo lo que les hizo falta”, “es un genio en su área, muy respetado y un hombre muy trabajador”- sin embargo Camila lo describe como huraño, malhumorado, ausente la mayor parte del tiempo y emocionalmente muy distante. Su madre es descrita por la paciente como “muy dominante, de carácter muy fuerte”, emplea el chantaje y la culpa para manipular. Es hipocondríaca. Hiperactúa, sobreexagera y constantemente busca ser el centro de atención, a este respecto comenta “si mi madre va a un funeral siente envidia por el muerto”.

En la adolescencia, la madre de Camila, llegó a compararla con sus primas pues estas eran unas “excelentes amas de casa” y ella “no sabía ni tomar una escoba”, constantemente recibía descalificaciones, sugerencias agresivas sobre su aspecto físico y era comparada constantemente con sus hermanos. Paradójicamente, Camila actuaba como “Padre Real” cuando se requería apaciguar las riñas y poner límites entre su padre, madre y hermanos. El sistema familiar en su conjunto (tíos, tías etc.) la criticaban por
no mantener una relación formal y “solo dizque estudiar” pues según ellos eso le auguraba ser una “quedada” - lo que argüían bajo el dogma de que “los hombres le temen a las mujeres que saben mucho”-.

Ella persistió en lograr sus objetivos y a su brillante trayectoria académica le siguió una ascendente vida laboral en una empresa trasnacional de gran prestigio con un sueldo abultado. Se enamoró. Se casó. Montó un departamento de super - lujo en una muy buena colonia del DF. Paulatinamente su estilo de vida arrastró a Camila y a su pareja al abuso de alcohol y posteriormente al de cocaína. Ambos perdieron el control de la relación y del abuso de sustancias y su relación terminó cuando él incendió el departamento y mantuvo relaciones sexuales con su mejor amiga – “es como si hubiésemos ido caminando por la playa y el mar me lo arrancara de la mano… ¡no! no fue el mar, fue la cocaína”-.

Camila inicia un largo camino hacia la rehabilitación y conoce a Cobo, un “adicto profesional” que la deslumbra en una clínica de desintoxicación. Al egresar de rehabilitación mantienen una relación de pareja, engendra una preciosa niña y a los pocos meses reinician el consumo de cocaína. En un inicio Camila no se dio cuenta que permitió que se estableciera una relación de poder, de la cual ella quedó sujeta. Ella dejó de consumir y varias veces trató de que él se abstuviera.

No obstante, al tratar de cambiar su relación de pareja se percata de que no puede y queda atrapada, por lo que aprende a usar estrategias que la ayudaron a sobrevivir emocionalmente y a evitar “que nuevamente le prendieran fuego a lo poco que ha construido”.

Camila seguía el ciclo clásico de las mujeres que sufren este tipo de manipulación:

1) Negación (“no pasa nada”, “él va a cambiar por mí y por su hija”, “sólo es una mala racha”) ó disociación (“es adicto y un haragán, pero es muy inteligente y tiene buenos sentimientos”). Hipercontrol, que lleva al codependiente a adoptar un rol materno y a responsabilizarse de las acciones de la pareja (que son expertos en “voltearla”). Resistencia pasiva (“no estoy de acuerdo contigo, pero no te juzgo y no participo”), distanciamiento, victimismo y dar lástima (tipo Marga López ó Sara García) Darse tiempo (“para pensar”) y regir a la crítica y la negociación (dar ultimátums).

2) Cuando los mecanismos anteriores fallan paulatinamente se acumula tensión (ira, frustración, decepción).

3) Se presenta un episodio agudo de violencia (que puede ir desde gritos, recaída en el consumo de sustancias y los golpes que deriven en lesiones graves ó incluso la muerte”).

4) Luna de miel, donde predomina el arrepentimiento y la promesa de cambio literalmente "les bajan la luna y las estrellas”, y reinicia el ciclo.

Cobo empleaba estas conductas con un solo fin - seguir drogándose a expensas de Camila - y ella aceptaba ser tratada de esta manera como una forma de auto castigo para mantener la desigualdad (que su madre le había inculcado) ante el incremento del poder personal de la mujer y el temor por la pérdida de poder del hombre.

¿Cómo identificar el micromachismo utilitario (en él, ella, en papá y/o mamá?

1. Son hombres como el padre de Camila que no se responsabilizan de lo doméstico.

2. No se implican, se pseudoimplican ó se implican ventajosamente en el desarrollo personal (económico, intelectual, laboral, recreativo) de sus parejas.

3. Aprovechan y abusan de las capacidades “femeninas de servicio”, hasta volver a sus parejas en sus madres sustitutas o sus cuidadoras (“sirvienta”). 

4. Delegación del cuidado de vínculos y personas (“Cobo jamás compró una lata de leche para su hija”).

5. Negación de la reciprocidad (lo mío es mió y lo tuyo, lo de tus padres, lo de mis padres y hasta lo del vecino también, es mío).

6. Naturalización y aprovechamiento de la “ayuda” al marido.

7. Amiguismo paternal, prometer y hacer méritos para no ser abandonados.

8. Victimismo y dar lástima.

Camila inició psicoterapia. Más tarde rompió la codependencia con Cobo, su madre y su padre. Después de algún tiempo se sabía una mujer atractiva, reinició su vida laboral manteniendo su práctica corporativa y privada. Se recapitalizó. Escaló rápidamente los escaños corporativos y actualmente trabaja en la fase de maternizar a su preciosa hija.


Conclusión de la serie de Micromachismo:


"Las parejas codependientes tienen dos formas de solucionar su conducta sin ayuda: Se separan o se aniquilan".

Les agradezco sus comentarios y sus críticas a esta serie.

Dr. Félix Aranday



La Ilustración pertenece a la colección de LeLarve: 
“Transcripción”
Técnica: Digital Giclée Tamaño: 53x39cm.
COSTO: $ 4500 m.n. más gastos de envío.
http://lelarve.blogspot.com/

1 comentario :

Anónimo dijo...

Espero que no sea tarde para hacer un comentario a este artículo, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de decir que me encantó. Camila estaba en una situación de codependencia y yo se loque es eso, hace falta mucha valentía para querer salir de ahi, es más cómodo (doloroso) pero comodo quedarse y no mover un dedo. Es más dificil enfrentarte a tus demonios, saber que no solo la otra parte tiene responsabilidad en el asunto sino que tu tambien tienes tu parte. Camila, por lo que leo pasó por ese proceso. Reconocer que necesitas ayuda, ser constante, ser paciente contigo mismo. Entró en el pantano y esta saliendo con su hija en brazos. No hay finales felices aun. Maternizar debe ser tambien dificil, muy dificil y más si ella esta sola. Como será la hija? ahora como es la dinamica? se arrastran patrones de conducta? que hay de los genes? se espera aun muchas cosas más?