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miércoles, 24 de febrero de 2010

Arcelia. Parte 1



Influencia materna sobre el consumo de drogas.

Arcelia es una mujer de 49 años. Enfermera con especialidad en diálisis, actualmente jubilada prematuramente por padecer hepatitis viral en fase terminal. Su padre fue alcohólico crónico y murió hace 7 años de cirrosis hepática, se dedicaba a las labores del campo como peón en una finca de Oaxaca. Su madre portadora de diabetes mellitus le deja ciega desde hace 5 años, actualmente vive con la hija de la paciente desde hace 6 años. Al respecto de su infancia Arcelia la describe como “un pozo hirviendo, profundo y solo”, comenta que sufrió de graves carencias económicas a causa del alcoholismo de su padre por lo que ella y sus hermanos
trabajaron haciendo tabiques desde temprana edad. Los usos y costumbres familiares fueron de carácter machista por lo que la dinámica familiar estuvo plagada de violencia física, psicológica y discriminación de género. Recuerda que a los 11 años sufre abuso sexual repetido por parte de su padrino de bautizo. La agresión sexual era pasivamente tolerada por el padre pues “mi padrino le pagaba las borracheras a mi padre”; al comentarle sobre el abuso a su madre Arcelia es sometida a una golpiza brutal por ser “una mentirosa” y posteriormente cuando el abuso fue evidente “me repitió la madriza con un cinto por que era mi culpa por provocar al compadre… al final me chingaban ahí y me chingaban allá, terminé por no decir nada y aguantar …”sic.

A la edad de 15 años toma la decisión de ser enfermera, comenta al respecto: “siempre quise serlo… pero a veces creo que si no hubiese sido por el pueblo pude haber llegado a ser doctora, era muy ignorante pero mi maldición fue ser listilla, por eso nunca me pude hacer pendeja…”. Ante el temor que le representaba el padre huye de casa con la complicidad de sus hermanas. Migra a la Ciudad de México donde intercala trabajar en una clínica psiquiátrica durante la noche como afanadora y la carrera técnica de auxiliar de enfermería en el CONALEP; tras concluir ingresa al IMSS, estudia la licenciatura y se especializa en diálisis. Labora durante 15 años en un Hospital General de Zona. A pesar de su ascenso socioeconómico Arcelia manifiesta un profundo sentimiento de soledad, inadecuación, minusvalía y desamparo, lo que esconde tras una facie rígida, adusta y poco expresiva al grado de siempre aparentar más edad que la cronológica. Interpersonalmente, su interacción es excesivamente parca, evita participar en las dinámicas de socialización por lo que permanentemente refleja una actitud hostil y antipática frente a sus compañeros de trabajo – quienes la ignoran ó rechazan - lo que incrementa la soledad y el aislamiento. Este vacío interno lo compensaba con una hiperexigencia laboral obsesiva, se preocupaba mórbidamente por los detalles, el control y la limpieza “si no quedaba todo perfecto sentía un vacío, como si algo malo fuera a pasar y fuera mi culpa… cuando se me perdía algo no podía descansar hasta encontrarlo, era como si se me saliera el alma del cuerpo… ”. Los caracteres anteriores le aseguraron ascender en el escalafón, conservar y sobresalir en su trabajo: “el servicio de diálisis para pacientes transplantados es un área aislada para evitar infecciones, casi nadie soporta el ritmo de trabajo, el frío y el aislamiento… los pacientes están tan deteriorados que apenas si se quejan, parecen de cera y como se mueren tan rápido ni tiempo de encariñarse le da a uno…. yo hacía el trabajo de dos personas y si no hubiera sido por que manejaba prácticamente sin ayuda el servicio mi jefa se hubiese deshecho de mi mucho antes…. les incomodaba mucho mi forma de ser, no soportaban que estuviera callada… yo no me metía con nadie ni para bien ni para mal… pero cuando se metían conmigo se me salía lo Pérez (apellido paterno) incluso en una ocasión desgreñé a una compañera que me robó un uniforme ….”.

A la edad de 30 años conoce a Joaquín camillero del mismo hospital. Se sintió identificada con él pues era huérfano de padre y madre desde la edad de 4 años, quedó al cuidado de la abuela paterna quien lo golpeaba brutalmente y “siempre lo menospreció”. Desde la infancia Joaquín maltrataba animales, le gustaba quemar cosas y participar constantemente en peleas. En la adolescencia se dedicó a asaltar transeúntes y con el dinero de los atracos consume alcohol, solventes y marihuana. Su personalidad carismática lo lleva a agremiarse a temprana edad al Sindicato Mexicano del Seguro Social y ser “amadrinado” por un líder con quien a base de algunos “favores” le otorga una plaza como camillero. Conoce a Arcelia y después de unos meses inicia relación de noviazgo y quedó embarazada tras el segundo encuentro sexual. Joaquín se mudó a casa de Arcelia durante su embarazo y se separaron al poco tiempo (ella se niega a comentar el motivo). Durante la gestación sufre eclamsia por lo que Zamira nace pretérmino por lo que permanece en incubadora y Arcelia sufre depresión postparto. Estudios clásicos establecen que durante el periodo gestacional el ser humano es sensible a los estados emocionales de la madre, debido a que la ansiedad y el estrés desencadena una cascada de sustancias que se vierten en el torrente sanguíneo y afectan a ambos, por ejemplo:
  • Hormonas como el cortisol aceleran el ritmo cardiaco del feto, disminuyen la cantidad de oxígeno que le llega al producto durante la gestación y al momento del nacimiento (hipoxia); incrementan el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer; disminuyen la contractilidad uterina durante el trabajo de parto y en la madre incrementan la posibilidad de sufrir hipertensión, preeclamsia, eclamisa y depresión posparto.
  • Neurotransmisores como las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) alteran el desarrollo neurológico del producto a nivel del hipocampo (que contribuye a los procesos de atención, aprendizaje y memoria) y la corteza prefrontal (contribuye a la memoria operativa, el control de impulsos, la capacidad de auto evaluación y automonitoreo); también contribuyen a la hipoxia al reducir el flujo sanguíneo uteroplacentario; condicionan bajo peso al nacimiento; hacen al recién nacido y a la madre proclives a adquirir infecciones posparto y a la madre diabetes gestacional.
  • Mediadores inmunológicos como las citocinas son causa de abortos espontaneos; envejecimiento prematuro de la placenta lo que condiciona a ruptura prematura de membranas y parto prematuro; preclamsia y eclamsia; parto prolongado y doloroso; alergia durante el embarazo; depresión y en el posparto generan inflamación del pezón, dolor y dificultan la lactancia materna; diabetes gestacional.

Actualmente es un hecho irrefutable que la etapa de mayor crecimiento del ser humano es la vida intrauterina. Debido a lo anterior, los niños nacidos bajo estas condiciones son sumamente sensibles a los cambios de humor de la madre (y viceversa). Se ha visto que en comparación a madres que no sufrieron estas condiciones los productos resultan ser menos sensibles a las variaciones en el tono de la voz, la expresión facial de la madre y la postura y el tono muscular (los bebés son muy sensibles a esto último por el temor a que los dejen caer –efecto gravitatorio sobre los músculos y esqueletos del recién nacido y el sostén materno – se cree que este temor se expresa a través de los sueños en el adulto en los que se cae).

¿Estos factores condicionaran psicopatología en Zamira?

¿Qué influencia tendrá la historia de vida de Arcelia en el desarrollo de su hija?

¿Será patente aún el adagio de “infancia es destino”?

Estas preguntas se resolverán en la próxima entrega.

Agradeceré como siempre sus preguntas, críticas y comentarios a este texto.

Dr. Félix Aranday Cortés


La Ilustración pertenece a la colección de LeLarve:
“A LO MEJOR ESTOY ESCRIBIENDO PARA UN VACIO INMENSO”
Técnica: Pintura digital
Tamaño: 53x39cm.
Papel liberón 300gr.
Costo: $ 6500 m.n. más gastos de envío.
http://lelarve.blogspot.com/

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